Andrés Caicedo se había propuesto morir joven y dejar obra; así lo hizo. ¡Que viva la música! fue la única novela que concluyó y es, quizás, su mejor obra literaria, sorprendente por su consistencia narrativa y ritmo desbordante.Cuenta la historia
Con un lenguaje absolutamente natural, popular que hace acopio del humor, el narrador y protagonista de esta novela cuenta con detalle cómo todos estos elementos se van mezclando y hacen de la tragedia un episodio más de los tantos que vivió al lado de